Septiembre

Septiembre que traes el sol del membrillo,

presagio de otoño, aún canicular;

que a veces te vienes igual que un chiquillo

y a veces, qué anciano, septiembre, te vas.

Se fueron los días de agosto, tu hermano,

apenas pasados, qué lejos están;

cerraste la puerta como otros veranos

al dulce letargo del ocio estival.

Deja que me bese tu sol del membrillo,

-caricia que el viejo busca un año más-,

mientras vas tiñendo de ocres y amarillos

y tiemblan las hojas al verte pasar.

Juliana Mediavilla